El corto sobre el oro de Canfranc se proyecta a las 21 horas en el Teatro Olimpia
HUESCA.- El 16 de junio de 1943, en la Estación de Canfranc, un cargamento de oro nazi fue robado y escondido en los valles del Pirineo altoaragonés. Tiempo después, un grupo de combatientes españoles decide regresar a por el botín, pero entre ellos se esconde un traidor que los enfrentará para disolver al grupo. Los pocos habitantes de Estarluengo se unen a una trama de espionaje y traición. Esta historia tiene parte de verdad, pero se trata del argumento de «Lo saben los bosques», un cortometraje realizado en el Alto Aragón que se estrena a las 21 horas en el Teatro Olimpia de Huesca.
César Casanova, responsable de Creaciones Audiovisuales Sagimedia, presentó ayer el corto con el actor de origen zaragozano Jorge Andolz, protagonista de una cinta con un elenco mayoritariamente altoaragonés. Junto a ellos estuvieron Manuel Pérez y Rubén Moreno, presidente y responsable de Comunicación de la Fundación Anselmo Pié.
Jorge Andolz destacó los tintes reales de una historia en la que se habla del oro nazi que se transportaba a través de la estación de Canfranc. El argentino Werner Schrul firma un guión basado en documentación de libros de distintos escritores altoaragoneses. «Siempre nos ha interesado contar cosas que han ocurrido en nuestra tierra. Los actores también hemos tenido que realizar este trabajo de investigación, y cuando haces algo que tiene una base real te motivas un poco más», destacó Andolz. Otro aliciente fue el rodaje en escenarios como Atarés, pueblo que «se volcó» con el equipo, «desde el alcalde hasta el dueño del bar». Muchos participaron como figurantes, entre ellos una vecina de más de 90 años.
«Es una historia de aquí, contada con gente y medios de aquí», valoró Andolz, que insistió en que aunque en algunas ocasiones se le ha definido como «un actor de Madrid» es en realidad de Zaragoza. Aunque trabaja casi siempre fuera de Aragón, no se lo pensó cuando recibió la llamada de César Casanova. «Fue encontrarte con muy pocos medios, y a la vez muy buenos, y sacar adelante el proyecto. Sentirte tan arropado por tu tierra es muy bonito, y sobre todo enseñar a los compañeros de Madrid fotografías de nuestro trabajo», señaló el actor, que aseguró que muchos se sorprenden cuando comprueban la calidad de las imágenes.
El corto «no fue por juntarse un grupo de amigos, sino una decisión empresarial»
Los 45.000 euros que ha costado el corto se han financiado exclusivamente con aportaciones privadas. El productor César Casanova explicó también que el rodaje duró ocho meses «de mucho trabajo y mucho esfuerzo», en los que todos los actores echaron el resto y sufrieron frío e inclemencias por necesidades del guión. «Es una historia que a Sagimedia siempre le gustó y apostó. No fue por juntarse un grupo de amigos, sino una decisión empresarial», recalcó. La productora quiere emplear este corto como plataforma para acometer nuevos proyectos fuera de España. «No se hizo largometraje por tema de costes, de hecho el guión daba de sí incluso para una serie. Pero por falta de subvenciones se quedó en treinta minutos».
También quiso dejar claro que «la historia no va de maquis, ni es otra idea que se cuenta por ahí». La trama «está protagonizada por guerrilleros, a partir de una idea de Werner Schrul«.
La grabación comenzó a finales de mayo de 2011 y se llevó a cabo con técnica digital. «Detrás hay un grupo de gente muy grande, que ha hecho doblaje, efectos especiales y visuales, y eso lleva muchas horas y coste». Más de cien personas, casi todas aragonesas, se han visto involucradas en esta coproducción hispanofrancesa. Juan Hernández, Andolz y Walter Protch encabezan un reparto en el que figuran miembros de dos grupos de teatro aficionado.
Zaragoza, Huesca, La Peña y Sabiñánigo acogieron la mayor parte de localizaciones. Hubo problemas con Canfranc, «porque no nos dejaron grabar allí y hubo que hacerlo en Pirenarium», señaló el productor, que lamentó el elevado coste en tiempo y en dinero.
Un robo ficticio
Protagonizan la historia cuatro guerrilleros y un alcalde con malas intenciones que es además empresario de unas minas de wolframio, un mineral que se vendía a Alemania. A cambio se conseguían materiales como oro y opio, y el oro es lo que trae de cabeza a los protagonistas.
«Fueron 86 toneladas las que pasaron por España en diferentes días. El día en que rodamos ese asalto ficticio fueron siete toneladas», explicó Casanova. El productor aseguró que «la historia es verdad, lo que pertenece a la ficción es el robo. Los nombres son también reales: por ejemplo, el pueblo de Estarluengo fue abandonado hace mucho tiempo y no se sabe dónde está ubicado».
Marisa Tajada, procedente del mundo del teatro, se hizo cargo de la dirección en su fase final, tras retirarse del proyecto Ángel Orós. De su paso por la historia, Tajada valoró «la calidad como cámara de César y el importante elenco de actores», con los que le hubiera gustado pasar más tiempo.
Rubén Moreno, responsable de Comunicación de la Fundación Anselmo Pié, destacó la gran profesionalidad del trabajo, muy positiva «porque se genera una industria cultural». Destacó también el gran interés generado por el corto, para cuyo estreno se habían vendido ayer más de cuatrocientas entradas. Hoy el Olimpia abrirá también su anfiteatro para que nadie se quede sin conocer lo que saben los bosques.
Un proyecto con discrepancias
Ángel Orós, promotor inicial del proyecto «Lo saben los bosques», del que luego se desvinculó, expresa su malestar a través de un comunicado en el que achaca al mal ambiente y falta de personal su abandono de un proyecto cuyo resultado final no tiene nada que ver con su idea original, ya que el argumento se cambió en la postproducción y doblaje. El realizador oscense asegura sin embargo que sí se ha empleado el 70 u 80% de lo filmado por él, aunque con nuevos diálogos y transformado «en un trabajo rebuscado y mediocre». El realizador firmó un documento de renuncia, pero asegura que le corresponde un 25% en concepto de obra original.
Orós afirma haber sufrido «abuso de confianza», ya que invirtió mucha ilusión y tiempo en la búsqueda de localizaciones, permisos e incluso el casting de los actores. Lamenta también la «manipulación» de la historia de España que hace la nueva trama y el uso de la simbología Nacional Socialista en el cartel.
«Había un proyecto anterior que no tiene nada que ver con éste. Él voluntariamente se desvinculó», replica César Casanova, productor del cortometraje. El responsable de Sagimedia insistió en que «esto no es una reunión de amigos, sino que hay mucho dinero detrás».
«El fallo fue que esta persona nos vendió su labor de director, y nosotros le criticamos que no estaba haciendo esa labor. Por lo tanto, hubo un momento en el que él, bajo la presión de la productora, decidió voluntariamente marcharse y firmó un contrato como que nos cedía los derechos», señala Casanova.
La productora no discute que la idea original fuera de Ángel Orós, «pero como las formas fueron incorrectas», decidió «meter el proyecto en un cajón, dejarlo ahí y hacer otro totalmente diferente con el mismo nombre». Casanova asegura que el corto que hoy se estrena «no tiene nada que ver con él, no es su idea. De hecho, él tiene un proyecto que puede sacar el día de mañana y hacerlo».
- FOTOS:
- SEGURA, P. y LO SABEN LOS BOSQUES
- PUBLICACIÓN:
- CIRIA, S. «Lo saben los bosques» revela hoy sus incógnitas en su estreno en Huesca. (2012, 8 de marzo). Diario del AltoAragón. Cultura. pp. 51.
- PUBLICACIÓN RELACIONADA:
- Ficha técnica del cortometraje Lo saben los bosques (2012)
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