Orgullo y nostalgia en el 50 aniversario de la antigua ECA de HuescaEl CPIFP Montearagón reúne a varias promociones de alumnos y profesores en el acto institucional con que ha comenzado la celebración de sus cinco décadas formando agricultores y ganaderos

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Parece que fue ayer cuando Daniel Sarasa llegó desde Ayerbe a la Escuela de Capacitación Agraria de Huesca. Tenía 16 años y empezaba sus estudios en el centro. Era el año 1968 y él formaba parte de la primera promoción de alumnos. Este miércoles 9 de mayo, peinando canas, ha habló en nombre de sus compañeros en el acto institucional con el queel CPIFP Montearagón (antigua ECA) ha comenzado la celebración de su 50 aniversario, que se prolongará hasta mayo de 2019 con un intensa programación. «Fue un orgullo venir entonces y estar aquí ahora», dijo. En su memoria está grabado el gran cambio que supuso el «encontrar aquí servicios que no eran habituales en todas las casas del pueblo como duchas y calefacción, así como poder jugar al fútbol en un campo de césped».

El salón de actos del instituto estaba a rebosar y la alegría se notaba en la cara de la directora, Marga Botaya, y de la presidenta de la Asociación 50 Aniversario, Pilar Rodríguez. La velada comenzó con música. Alumnos de chelo y clarinete del Conservatorio Antonio Viñuales de Huesca interpretaron ‘Palladio’, de Jenkins, y recibieron un gran aplauso.

Entre el público eran muchos los integrantes de la Asociación de Exalumnos ‘La Granja’, que junto con la dirección del centro ha organizado las actividades de esta efemérides. El eje vertebrador será el de lasfechas y hechos tradicionales y significativos vinculados al territorio, una de las razones de ser del Centro Público Integrado de Formación Profesional. Así, en noviembre se emulará la Feria de San Andrés, en enero se celebrará San Antón en torno a una hoguera y la primavera que viene se limpiarán las orillas del Flumen.

Este miércoles 9 de mayo, Miguel Ángel Lordán, antiguo alumno, fue maestro de ceremonias de un acto entrañable a través del cual se ha recorrido la historia del centro de viva voz y con un emotivo vídeo. Entre el público estaba Fermín López, primer director de la ECA, que se fundó gracias la colaboración de la Cámara Provincial Agraria, la Diputación Provincial de Huesca y el Ministerio de Agricultura. El actual presidente de este organismo (fundado en 1892), Jesús Escario, recordó cómo en el pleno de diciembre de 1961 se decidió realizar un plan para impulsar una escuela de FP Agropecuaria. «En enero del año siguiente se aprobó la compra de la finca del Molino de la Granja para destinarla a ese proyecto de formación, y se firmó un convenio con la Diputación para su desarrollo. Fue en 1967 cuando ambas instituciones rubricaron un acuerdo con el Ministerio mediante el cual, la Cámara aportaba el terreno, la DPH las instalaciones construidas y el Estado se hacía cargo del programa formativo.

Llegaron los primeros alumnos y los primeros profesores, como Domingo Castro, que dejó Galicia para enseñar en Huesca. El destino quiso que este 9 de mayo se cumplieran los 50 años de su incorporación al centro como docente. «No fue fácil, pero la semilla germinó y se convirtió en realidad», dijo . Sin poder contener las lágrimas, recordó a algunos de los compañeros ya fallecidos «que dieron vida sentido al proyecto y al prometedor presente y futuro de este instituto». Explicó queel Montearagón cuenta con 600 alumnos y 70 profesores. «Lo que es hoy compensa una dura labor educativa», comentó y destacó que entre los 8.000 estudiantes que desde 1968 han pasado por estas aulas, hay empresarios, alcaldes, dirigentes sindicales…

Entre la nueva generación de profesores está Nacho Torre, del departamento de la familia agraria. Señaló que con 34 docentes («más que muchos centros») «estamos formando agricultores y ganaderos del siglo XXI, profesionales competentes que se adaptan a las nuevas exigencias y valores». Destacó, asimismo, que el legado recibido «es un orgullo y una responsabilidad».

Como exponente de estos estudiantes del nuevo siglo, Adrián Jiménez relató su experiencia como alumno del ciclo de grado medio de jardinería y floristería, que él termina este curso. «Empecé forestal, pero quería algo que me gustara más y me cambié y coincidió que el sistema de formación también lo hizo, en lugar de varias asignaturas, tuvimos que hacer un proyecto, el de crear un floristería», contó, destacando las bondades de la FP dual.

La despoblación

La directora del Montearagón, Marga Botaya, agradeció a sus antecesores la labor realizada. Dijo que de la antigua ECA quedan «los valores de la tierra y el compromiso con el desarrollo social». «Impartimos formación para que los alumnos puedan vivir de su trabajo», aseveró. «En un provincia que sufre la despoblación, podemos contribuir a cambiar la situación aportando jóvenes cualificados en todas las facetas agrarias. Es la misión del profesorado», añadió.

También subió al escenario del salón de actos el diputado provincial José Luis Gállego, quien afirmó que, aunque el nombre del centro haya cambiado «el espíritu sigue intacto». Indicó que aunque el año pasado la Diputación cedió a Educación las últimas instalaciones de su propiedad en el recinto, el vínculo será permanente, «como la vocación al servicio de la formación agraria del Montearagón». Destacó que esta se adapta la provincia y «es importante que el sistema educativo responda a la realidad el territorio». Utilizando símiles muy apropiados, afirmó que el centro «está sembrando el futuro del sector agrario y ganadero para que los jóvenes sigan trabajando en esta tierra y los pueblos se mantengan vivos».

La despoblación también estuvo presente en la intervención del director general de Gestión forestal, caza y pesca del Gobierno de Aragón, Ángel Berzosa. Dijo que «hace falta gente formada que pueda desarrollar actividades en el medio rural». Señaló que las profesiones que se imparten en este CPIFP son vocacionales porque «no son trabajos fáciles, requieren un esfuerzo físico importante, estar a la intemperie, están sometidos a mercados cambiantes… «pero si te gusta lo disfrutas como nadie».

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