
En los últimos días los intereses religiosos que afectan a las localidades de la Franja han arrojado todo tipo de declaraciones: unos dicen que es nuestro, los otros que lo han cuidado ellos. Es la batalla Aragón / Cataluña, diócesis Barbastro-Monzón / Lérida (o Lleida, mostrándoles nuestros respetos); todo por unas obras de arte que los vecinos de Villanueva de Sijena hemos dejado escapar con el paso del tiempo. Por supuesto empeño se espera que no falte y la unidad de Aragón es importante para que vuelva «al César lo que es del César».
Pero todo no debe quedar en pedir al Sr. Malla que nos devuelva lo que es nuestro, las «guerras» se ganan venciendo las pequeñas batallas y una de ellas debe librarse con el Gobierno Aragonés.
No falta mucho para que los titulares de prensa se olviden del patrimonio de Sijena y se haga eco de una desgracia que se ve venir en Villanueva: el Monasterio y la casa natal de Miguel Servet amenazan con venirse abajo. Desafortunadamente el que la historia se haga escombros no es lo peor, sino las personas que sin darse cuenta se están jugando el tipo paseando por los alrededores del Monasterio o por la Calle Ramón J. Sender.
Después del acceso de la carretera Fraga-Huesca hacia la entrada del Monasterio nos encontramos con un camino que se alquitranó por primera y última vez hace muchos años. Al llegar al recinto histórico nos recibe una pared apuntalada con maderos, que con el paso del tiempo comienza ya a imitar a la Torre de Pisa. Sólo un poco más adelante, superado el aparcamiento y antes del ya famoso muro, no es difícil adivinar que el ábside del cementerio de las religiosas ya no puede aguantar mucho a pesar de las piedras de grava que a modo de cuña debió colocar algún paseante respetuoso con la cultura.
A punto de que expiré el año de Goya, ¿por qué no soñar con el 2011, cuando se cumpla el V Centenario del nacimiento de Servet?. Ello obliga a formular la pregunta retórica: ¿Se llegará a actuar en su casa natal antes de que se derrumbe? Y por qué no: ¿quien será el responsable de que la cornisa o la fachada de la casa dañen a alguna persona? ¿El Ayuntamiento, el Gobierno Aragonés o la propia historia?
Por todo ello la primera voz debe alzarse al Gobierno Aragonés, para que aunque no sea por la cultura, lo haga por la seguridad de unas cuantas vidas humanas. Si no sabemos ganar esta pequeña batalla demostrándoles lo que valemos, mejor será no soñar con que los catalanes nos devuelvan el patrimonio aragonés.
- FOTOS:
- PANO, M.
- PUBLICACIÓN:
- LORDAN, M.A. Sijena también tiene que pedir a Aragón. (1997, 26 de febrero). Heraldo de Huesca. Opinión. En directo, pp. 4.
- LORDAN, M.A. Sijena también tiene que pedir a Aragón. (1997, 23 de febrero). Diario del AltoAragón. Opinión. Cartas, pp. 18.
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